Pablo Iglesias ha sido el primero hablar en la elección del presidente del Parlamento Europeo, para criticar a las políticas de la troika y las duras condiciones impuestas a los países del sur de Europa. Tenía cinco minutos y ha utilizado dos más. Por este motivo, se le ha llamado la atención varias veces. Su discurso ha terminado en ovación y con varios colegas en pie.
Estas son las diez frases más destacadas de su discurso:
"No se imaginan el orgullo que me produce como español que los primeros tanques que entraron a liberar París fueran guiados combatientes españoles".
"El mejor patrimonio de Europa es la voluntad de sus ciudadanos de ser libres y no ser siervos de nadie".
"La creación de nuevas instancias supranacionales no tiene que pagarse al precio de incapacitar a la ciudadanía. (...) Los pueblos no son menores de edad, ni colonias de ningún fondo de inversión, no conquistaron defendieron su libertad para entregársela a una oligarquía financiera".
"Es escandalosa la facilidad con que se mueven aquí los lobbies al servicio de grandes corporaciones (...) que convierten a los representantes de la ciudadanía en millonarios a sueldo de grandes empresas (...) y hurta la soberanía de los pueblos, atenta contra la democracia y convierte los representantes políticos en casta".
"Nuestros países se han convertido casi en nuevas colonias, donde poderes que nadie ha elegido están destruyendo los derechos sociales".
"De América Latina aprendimos que la deuda externa está diseñada para ser impagable.(...) Todos conocen en esta cámara la deuda perdonada hace no tanto tiempo Alemania. (..) La deuda es hoy un mecanismo de mando y saqueo de los pueblos del Sur. Eso es lo que está sucediendo en esos países que, con marcado racismo, algunos denominan PIGS".
"Este parlamento debe demostrar sensibilidad y convertirse en el epicentro de una sacudida democrática en la unión europea".
"Los ciudadanos que nos han elegido son los soberanos y tarde o temprano pedirán cuentas de lo que se ha hecho en su nombre".
"Ustedes saben que las políticas de austeridad han fracasado: nuestros países hoy son más pobres, con economías destruidas, con sociedades heridas de injusticia e instituciones cuarteadas por la corrupción y el descrédito".
"A los millones que habéis dicho basta en las plazas europeas quiero deciros que sois el orgullo, el corazón democrático de Europa".
