Una joven de 19 años ha muerto este sábado por la noche en Valencia tras ser atropellada por un tranvía. La joven, caminaba distraída mirando el móvil y cuando cruzó las vías no vio que se acercaba un convoy. El conductor no pudo frenar a tiempo para evitar el accidente.

Esta noticia, esta estúpida noticia de una muerte estúpida, no es la primera vez que se da y más que se dará, han creado una dependencia, o drogodependencia de los móviles que empieza a ser preocupante: El envío de mensajes se ha disparado con la llegada de los servicios de correo y mensajería instantánea y de momento gratuita. Ver por la calle a una persona andando con la mirada en el dispositivo sonriente y tecleando distraída, ya es algo habitual, aunque esta conducta supone un grave peligro para el usuario y para el resto de personas de su entorno.


De hecho, con Whatsapp, ha surgido una especie nueva de 'zombis' que se pueden reconocer por ir caminando por la calle, sonriendo abstraidos mientras teclean compulsivamente como poseídos.
Esta Dependencia o drogodependencia que han creado, ha generado una nueva generación de esclavos, que ajenos a este hecho que los hace dependientes de toda esta tecnología, todavía se jactan satisfechos de poseerla cuando son ellos los poseidos.
En la ciudad china de Chongqiong han creado un carril para los adictos al whatsapp, y en Fort Lee en Nueva Jersey, la policía multa a quienes van por la calle escribiendo al móvil.

Quizás es cosa de la edad, pero uno ha decidido detenerse ante las nuevas tecnologías; Como los simios de la novela de Bouille, hasta aquí he llegado, a menos que alguna de estas nuevas tecnologías sea de mi interés, porque hay que engañarse.

Una joven de 19 años ha muerto este sábado por la noche en Valencia tras ser atropellada por un tranvía. La joven, caminaba distraída mirando el móvil y cuando cruzó las vías no vio que se acercaba un convoy. El conductor no pudo frenar a tiempo para evitar el accidente. Y esta muerte estúpida es de las que duele, porque se podía haber evitado, y era muy fácil hacerlo, sólo hacía falta un poco de paciencia y un algo de sentido común.