Podría tratarse de un globo sonda, pero me temo que no es así, que sancionar a los medios por publicar una información esté ya instalado en la cabeza y en el método del Gobierno, aunque el ministro de Justicia diga que no, que no se la ha entendido bien, la verdad es que dijo lo que dijo: que había que plantearse seriamente 'sancionar con firmeza el medio de comunicación que publique una filtración judicial que está bajo secreto de sumario'.

No se trata de una confusión nio una mala interpretación de sus palabras, me temo que irán por ahí, sancionar a los medios de comunicación por publicar una información es lo que se llama matar al mensajero, y el mensajero ya puede ir haciendo testamento que está en peligro, la caza de brujas ha comenzado. Una cacería selectiva, pues si algún partido ha hecho uso y abuso de las filtraciones judiciales ha sido precisamente el Pp. Quizás creen que hemos olvidado la ofensiva de Pedro J. Ramírez, que cual gota malaya iba publicando diariamente filtraciones y más filtraciones de secretos de sumario y de secretos de Estado, con el único objetivo de hacer caer el gobierno de Felipe González. Unas filtraciones que venían siempre del Pp, de los herederos de AP, del franquismo
Lo que pretenden con esta actitud es atemorizar a los medios, coaccionarlos de manera que se instalen en una auto-censura propia. Por cierto, que según cuentan los medios, de atemorizar y coaccionar, el ministro Catalán sabe un montón. Así consta en su currículum cuando, siendo secretario de Estado de Fomento no sólo obstaculizó la investigación sobre el trágico accidente de tren de Galicia -con ochenta muertos encima de la mesa-, sino que llegó al extremo de presionar y amenazar a los diputados del Pp que se mostraban críticos con la gestión del accidente. Cuidado pués con este Ministro y con este Gobierno, ya decía el otro día que nuestras libertades estàn cada vez más limitadas.
- La cabra siempre tira al monte - dicen, y el Pp que bastante lo añora, vuelve hacia la censura franquista sin remisión, compasión ni manías. El mensajero tiene un problema.