A menudo, el Ministro de turno de Sanidad o los medios acusan a los abuelos (jubilados) de acaparar medicamentos, de derrochar los mismos. Nada más lejos de la verdad a la divulgación de esta falacia interesada. Los abuelos no acaparan medicamentos, van a la Farmacia a buscar los que unos supuestos médicos les recetan, sobre todo porque hay unos Laboratorios que tienen interés en que se recete y mucho, y de paso se hagan probaturas de medicamentos nuevos a ver que pasa (aquí ya hablaríamos de TV de plasma o viaje al Caribe). Cuando la salud flaquea y hay ingresos frecuentes en Urgencias, en cada ocasión se cambian los medicamentos a recetar que rara vez coinciden con los anteriores, esta es la acumulación de medicamentos de que se acusa a los abuelos. 
De insistir hasta la saciedad que no recetaran más Trombocid a la suegra, que no lo necesitaba, y la doctora por pura desidia la seguía recetando hasta su muerte, porque en esto han acabado por transformarse los CAPS, en un lugar lleno de zombis dispensadores de recetas.
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Un Gobierno de indigentes mentales sólo puede tomar decisiones absurdas y fáciles, como hacer pagar el euro por receta, que se la han tenido que tragar. Que los médicos receten justo lo que corresponde, es igual, no interesa. Que los Laboratorios deberían hacer medicamentos con dosificaciones más pequeñas para no malgastar tantos ...¡ no !, no vaya a ser que se enfaden. 
Cada vez que voy a buscar la droga a mi padre en la Farmacia me llevo la mitad de lo que le correspondería, me sobran medicamentos que ya no se toma, u otros que no se por qué carajo la dosificación no es proporcional. De Atrovent tenemos tres y la ùltima vez ya no lo cogí, y así con otros medicamentos.

Los medicamentos matan decía un médico, y es cierto o como mucho te condenan a un muy mal envejecer sin ninguna garantía de calidad de vida, al contrario, solo que los afectados no se dan cuenta, y hay que ver como aferran a la vida. De la ultima estancia en el HGC mi padre me decía: he salido bastante bien, y lo decía convencido. ¡Vaya! entró por su propio pie y salió en silla de ruedas y pañales de día y de noche y dos pastillas más cada día. La medicina no mata ni cura, unicamente se transforma y se limita a alargar la agonía, la lenta agonía de la vejez. Otra cosa es la cirugía, aquí si que ha habido avances espectaculares y mucha efectividad.
Creedme, mejor no os pongais enfermos, pero tampoco viváis demasiados años no sea que como hizo el Ministro de Sanidad de Japón que regañaba a sus jubilados por que vivían demasiados años, instándoles a irse al otro barrio más pronto.