A pesar de estar, ser o habitar que no vivir en el día de la marmota 24 de Noviembre del año 2015 después del Cristo, hoy el señor Corte i el señor Inglés, mediante el primitivo y inútil sistema de correo comercial, ha dejado gracias a algún pobre que debe cobrar tres euros la hora, y en el buzón de mi casa, un folleto que me dice no se qué de Black Friday. 
Ya sé que quiere decir y que me quiere vender, pero haré ver como si no lo supiera, o sea que pasaré olímpicamente del señor Corte, del señor Inglés, del Black y del friday, entre otras cuestiones por que no quiero que me digan las cosas en inglés, ya que no puede ser en catalán, al menos que lo hagan en castellano que no somos tan burros para qué nos quieran engañar con la excusa del idioma.
Y es que, perdónenme los dos, pero es que no les acabo de entender, intentan deslumbrarme con un día, el Black friday, que de hecho dura cuatro, del 27 al 30, y ojo que no lo hagan para darme más facilidades, que ustedes dos son muy putas y saben que mañana cobraré la paga extra (si el sr. Montoro no la retiene) e iré largo de dinerito, gracias a que no tengo una farmacia, que todo hay que decirlo.
Verán Señores Corte y Ingles, servidor compra las cosas que necesita cuando le hacen falta, no cuando le dicen que las tiene que comprar ni que debe comprar, quizá porque servidor, señor Corte y señor Inglés, no es idiota y no quiere ser manipulado, piensen que de entrada, intento comprar - cuando lo necesito - cualquier artículo o trasto que esté el mínimo publicitado posible, que ya sé es difícil pero se puede lograr, y no es que esté en contra de la publicidad (sin ella no podría ver el Barça por la tele ni pagando), pero es que consigue cosas muy extrañas, fíjese señor Corte Ingles que la pesada de Adelle con la plasta de su canción Hello, que creo quiere decir Hola!, gracias a la publicidad es número 1 en todo el mundo, lo cual tiene narices y demuestra cuánta gente puede tener el gusto musical en el culo por hacer caso de la publicidad.
Y conste que alguna vez, incluso he visto algún anuncio en que si podía encontrar una brizna de lucidez o de inteligencia, no los de Casa Tarradellas - por supuesto -, pero francamente, los publicistas, no son otra cosa que unos idiotas que como saben que nosotros también somos idiotas, nos obsequian con unos anuncios idiotas, y así es cierra el círculo de la perfección, salvo los anuncios de perfumes y colonias que se emiten en francés gilipuà.
En resumidas cuentas, y visto y expuesto todo lo que les acabo de escribir, saben que les digo señores Corte e Inglés, que ya se pueden meter el Black Friday en el culo. Conmigo, lo tienen negro, muy negro y no sólo los viernes, a menos que busque o intente encontrar algo que no esté en ninguna parte, por qué mal que me pese, se qué más caro, pero en su casa lo encontraré, que lo cortés no quita lo valiente, o algo así.