Hoy se cumple una semana desde que saltó la noticia: Alemania y Europol decían que se habían perdido 10.000 niños desplazados. Muchos son salvados del naufragio y otros llegan a la desesperada ... pero los perdemos. Son huérfanos o esparcidos que terminan en manos de las mafias sexuales, trabajando en condiciones de esclavitud o en redes de delincuencia y tráfico de drogas.
Los Suecos hablaban de 1000, y nadie se molestó en comprobar la cifra real de niños desaparecidos. ¿Nadie? ¡no! Javier Triana, periodista llamó a Europol, habló con oenegés y con Unicef, nadie sabía de dónde había salido la cifra ni siquiera si era correcta. 
Pues bien, la cifra, los 10.000 es irreal, una estimación hecha a golpe de vista, así como así, la hicieron los de The Guardian, Europol les dio credibilidad y todo el mundo hizo lo mismo, de hecho, como les importan un bledo los niños, les da igual, la red devoró e hizo suya la cifra de 10.000, se escribieron varios artículos llorones bien intencionados desde la comodidad de un despacho o redacción, y no tenemos ni idea de cuántos niños realmente se han perdido en esta Europa insolidaria. No deberían contarse los niños, y menos con esta ligereza, un solo niño muerto o desaparecido, ya son muchos.
Dicen también los diarios y oenegés que como Aylan, el año pasado se ahogar on 330 niños, que se sepa, a quienes deberíamos añadir los que no llegaron a puerto y acabaron en el fondo del Mediterráneo, el cementerio de migrantes.