Winnie Byanyima,
“En África, miles de mujeres mueren al parir y los ricos lo son cada vez más” Ugandesa, Winnie Byanyimade 55 años, la directora ejecutiva de Oxfam asegura que las africanas son las grandes víctimas de la pobreza. Luce portentosa y joven esta ingeniera ugandesa de 55 años, con su sonrisa amplia y su pelo corto. Pasó a toda prisa por España, como directora ejecutiva de Oxfam, para presentar un duro informe titulado Iguales, que pone número, culpa y paisaje al horizonte oscuro de la desigualdad. Byanyima se dedicó un tiempo a la diplomacia y ha sido parlamentaria, intentando construir democracia, dice, de los lodos que dejó la dictadura de Idi Amín.

Cuanta razón tiene, y la clave es la higiene, así de sencillo; hay un anuncio en la sexta solicitando colaboración sobre este problema de parir sola, sín ninguna condición de higiene ni ayuda médica, y esto me recuerda, me lleva a mi tia Teresa.....
Cuando yo tenía un mes, o sea en abril de 1945, una mañana mi tía Teresa desapareció y durante tres días no se supo nada de ella. Al cabo de este plazo mi abuelo (era viudo) recibió una llamada del Obispado de Vic en el que le comunicaron que la tía estaba en un convento ya que había escuchado la voz del señor y decidido hacerse monja. concretamente de las Dominicas de la Anunciata que fundó el Padre Coll, hijo de Gombrén. Mi madre no lo digirió nunca y de hecho estuvo casi cuarenta años sin querer verla cuando una vez al año venía a Sabadell desde Ruanda donde ejercía no precisamente de misionera como ahora explicaré. 



Teresa, o hermana Teresina como le dicen a mi tía, estuvo en Vic, Cardedeu y también en Toulouse en Francia. Allí, en un momento determinado vio que no aportaba nada a su vida estar en un convento y previo permiso a la congregación y a Roma, consiguió que la dejaran ir de misionera a Ruanda. Llegada allí, de lo primero que se dio cuenta era que aquella buena gente lo que menos necesitaba era una misionera y si limpieza, información y una comadrona. "Lo que salva más vidas en África es la higiene" le he oido decir en más de una ocasión. La Teresina, se volvió a España, a Madrid concretamente a aprender de comadrona para poder llevar niños al mundo con un mínimo de garantías y una vez aprendido el oficio volvió a Ruanda. Ha traido al mundo miles de niños a lo largo de todos estos años y siempre les recalcaba a las madres, sobre todo higiene, higiene e higiene. 
Allí, recibían ayudas, sobre todo gracias a un cura italiano que era de buena familia y conseguía muchas aportaciones de dinero, pero para hacer hospitales, escuelas, cosas útiles, ¡ah! y una herramienta muy importante para poder ir por los pueblos, un Land Rover que mi tía nunca condujo ni quiso saber nada de hacerlo. 
Cuando la guerra fratricida de Ruanda, soldados de ambos bandos fueron a la misión a buscarlas a todas para sacarlas del país ya que corrían un serio peligro de ser asesinadas. La mayoría ella los había traído al mundo y la gente en África como en todas partes es agradecida. Después de Ruanda estuvo un tiempo en Benin y de allí a Costa de Marfil, siempre haciendo de comadrona más que de monja, siempre aconsejando, higiene, higiene, higiene. 
Ya de mayor (las monjas no se jubilan) volvió a Catalunya y ahora està en el convento de su orden en la calle Elisabets en Barcelona donde cuida de monjas mayores que ella y colabora también con Arrels en el Raval. 
De gente como ella África está llena, de personas altruistas que dedican su vida a los más desvalidos, y no les dan pescado, les enseñan a pescar, y les regalan con dedicación su vida. No suelen salir en los periódicos ni los telediarios y no tienen nombres ni apellidos. Son oenegés en la sombra, sin publicidad ni caravanas uniformadas, si los matan o secuestran, a menudo ni se sabe, no son noticia, pero esta gente, esta buena gente si que hace y bien un trabajo loable y necesario.