"Cada vez que leo este y otros discursos de nuestro Parlamento, que parecen una lección de historia mal aprendida, amasijo de especies de nombres retumbantes recogidas la noche anterior en cualquier libro, me lleno de asombro al ver cuán desatinada idea tenemos en España de la elocuencia parlamentaria, y al considerar la risa inextinguible que tales temas de retórica provocarían en un parlamento británico." - Menéndez Pelayo.

Cuanta razón tenia Don Marcelino, sólo habia que ver el lamentable y patético espectáculo de sus señorías en la sesión de investidura de hoy; he llegado a sentir vergüenza ajena ante el cínico y desvergonzado discurso de Rafael Hernando, con la chuleria pepera tan aznariana. Este señor más que un parlamentario es un subproducto residual, espero que en vías de extinción, quedaria bien de sargento chusquero en una película de Berlanga, junto con Montoro, otro que tal de la misma calaña.

Por cierto, podían haberse ahorrado el debate, no es no, y aunque dice que ya lo ha entendido, Rajoy no lo acaba de tener claro, y eso ya lo sabían todos antes de empezar a perder el tiempo y agotar nuestra paciencia en la lamentable jornada de hoy. Y encima va Mariano y mete la pata con el anuncio de la firma de paz en Colombia. Si és que no es más cortito porqué no entrena lo suficiente, por eso opta a presidente del Gobierno, por aquello de inútil, presentarse sin referencias. ¡Mariano, se fuerte!