LO, LO, LO,


El inesperado y aprovechado éxito que ha logrado Marta Sánchez entre una parte de la sociedad y los principales dirigentes de PP y Ciudadanos, con su letra para el himno (*), solo se explica por la situación excepcional en la que vive España con todo el tema del 'procés' catalán, tan unilateral y anacrónico como el propio independentismo que pretende combatir. Hemos caído en una espiral nacionalista donde los dos partidos de la derecha española compiten por ser muy español y más español y mucho español, a por ellos, oe, oe, oe. subiéndose a esa ola que realmente vive una gran parte de la sociedad. La letra que propone Marta Sánchez no me gusta. Decir que España es grande es también decir que los otros paises son pequeños. Si es un orgullo nacer en España, nacer fuera de ella sería una deshonra. Dar gracias a Dios, en un país supuestamente aconfesional tampoco cuadra mucho. Sin embargo, es cierto que la letra tiene el espíritu de un himno, especialmente si la comparamos con las del resto de los países. Todas ellas con más de cien años de antigüedad. 
En general las letras de los himnos son deleznables o violentas la mayoria, y fíjense vuesas mercedes que en las olimpíadas cuando se dan las medallas, los himnos suenan sin letra, como el himno de la Alegría, el himno oficial de esa Unión Europea que se levantó precisamente para enterrar para siempre el nacionalismo y su sangre. Lo compuso Ludwig van Beethoven, es un movimiento de su novena sinfonía, y tampoco tiene letra oficial. No tiene letra, entre otras cosas porque la UE asume sus distintas lenguas con normalidad, sin querer imponer una sobre las demás. Porque la Unión Europea siempre supo que el único Estado europeo posible era multilingüe y plurinacional. Como la propia UE explica, la música, por sí sola, “es un lenguaje universal”. 
Y que quieren que les diga, a mi el lo, lo,lo me gusta, con un la, la, la, ganó Massiel en Eurovisión.
Para acabar, entiendo que esta acción de Marta Sánchez no ha sido otra cosa que hacerse una 'publi' promocional, vaya, que se ha hecho un Pisuerga aprovechando que pasa por Valladolid, cuna de la Patria, una, grande y libre. Es bien cierto que los nacionalismos son dañinos y perversos, sólo hay que tomar como referencia el rancio nacionalismo Español que anda alborotado y desatado últimamente gracias o por culpa del procés.

(*) Quizás porque los catalanes hemos aprendido el castellano en la escuela, lo pronunciamos bién, però en general, o al menos por Madrid se suele decir, o Himo o Him·no, geminado, como también le sucede a viernes, que se dice vien·ne. ¡Ay! hay que estudiar más el castellano.

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