La sensación de inseguridad en las calles provocada por el incremento de la actividad delictiva, sumada a la falta de efectivos policiales, empuja a los municipios a buscar fórmulas para garantizar el sosiego de sus vecinos. Uno de estos recursos es la recuperación de la figura del sereno, el vigilante nocturno que desde finales del siglo XVIII hasta primeros del XX era una figura popular en la administración municipal. Ahora, dos municipios catalanes, Santa Coloma de Gramenet y Premià de Dalt, impulsan iniciativas en este sentido.
Núria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma, presentó ayer el nuevo servicio de serenos de la ciudad que estará formado por 18 personas –dos encargados y 16 serenos- que patrullarán por parejas mixtas. La intención es crear entornos de confianza y mejorar la sensación de seguridad en el vecindario. “La seguridad no sólo está vinculada a la policía y a la prevención del delito, sino que se trata de generar entornos amables”. Los serenos colomenses se identificarán con unos chalecos amarillos y pasearán por los barrios desde las once de la noche hasta las siete de la mañana En este proyecto, el Ayuntamiento invertirá 400.000 euros anuales. lavanguardia.com
No aclaran si estos serenos irán armados o no, aunque el hecho de que vayan en pareja es tranquilizador para su integridad física. De todas formas, ya estamos en el lugar de siempre; los ayuntamientos deben poner dinero para solucionar un problema que es de ellos, pero que la solución debería ponerla la Administración, que dirá que no tiene dinero ni suficientemente efectivo de mossos, bla, bla, bla, pero habría que recordarle a la administración de la Generalitat, que tiene a unos cuantos gastando dinero en Bruselas y a otros en California.