Los promotores de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011 elevaron ayer el presupuesto hasta 50 millones y medio de euros y rebajaron a un millón el número de participantes en la visita del Papa (o sea 200.000). Hace ocho meses calcularon un gasto de 40 millones y unos dos millones de asistentes a un evento en que la organización es «como montar una boda muy bestia», según el director financiero, Fernando Jiménez Barriocanal. O «mil bodas de 400 personas», ya que se trata de «dar de comer a más de 450.000 peregrinos», como explicó el director de planificación, Javier Sobrino.
Los organizadores, que cuando faltan cinco días para la visita de Benedicto XVI han moderado sus expectativas, cifraron en 428.505 los peregrinos y en 30.000 los voluntarios inscritos, si bien argumentaron que, de acuerdo con la experiencia de JMJ anteriores , sólo se registran de media un tercio de los participantes finales. «Lo comprobaremos la próxima semana. Esto no hay quien lo pare. La fiesta está a punto de empezar», comentó exultante el director ejecutivo, Yago de la Cierva.
El coste del evento centró el interés de más de un centenar de los 4.500 periodistas acreditados, especialmente los extranjeros, que ya han empezado a llegar a Madrid. De todas las maneras posibles, el director financiero aseguró que lejos de costar dinero público, la visita del Papa servirá incluso para reducir el déficit de la economía española. «Uno se pone rojo-defendió Barriocanal-cuando alguien le dice que eso cuesta mucho dinero, cuando realmente ocurre exactamente lo contrario: la presencia de la JMJ en Madrid es una tremenda oportunidad para la economía española. El resultado neto para las administraciones públicas será, sin duda, beneficioso». El evento dejará una aportación que superará los 100 millones de euros, dijo.
Cuentan algunos medios, que los jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid han pagado, con sus inscripciones, 31,5 millones de euros, un 70% del total del coste del evento que se calcula en 50,5 millones de euros. De esta cifra, el mayor gasto-12500000-se concentra en la organización de los actos centrales que tendrán lugar en Cibeles, Recoletos y Cuatro Vientos, según anunció ayer el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal.
Cuando Jesús entró en Jerusalén iba montado en un burro como sencillo medio de transporte, sin miedo a ser agredido (bueno, se lo cargaron unos días después, pero no el pueblo). En cambio Ratzinger Z como ya lo han bautizado por los dibujos de estética manga de Mazinger Z que han editado para el evento, llegará rodeado de pompa y ciscumstància en avión, y luego se desplazará a toda velocidad con el Papa móvil. O sea que el burro estará igualmente pero Jesús no, y será un burro de cuatro ruedas - no seais mal pensados -.
Qué pocas ganas que tiene este hombre de ir a reunirse con su jefe. No hay Presidente de Gobierno en el mundo que viaje en Papa móvil y a pesar de ir en coches blidados se dejan ver y se acercan a las multitudes, pero Ratzinger debe ser muy cagón y no se debe fiar demasiado de lo que se encontrará al otro lado, sinó no se entiende tanto miedo a ser agredido.
Y, digan lo que digan, y lo pague quien lo pague, (de hecho acabará haciéndolo el erario español, que nadie se engañe o se deje engañar), me parece una obscenidad este derroche de dinero todo por un hombrecillo que no vendrá a decir nada nuevo y que no haya dicho ya. Decía el organizador que la visita de Ratzinger es como un evento deportivo, sólo que en el caso que nos ocupa el partido ya lo hemos visto muchas veces y resulta pesado y aburrido. Si bajara el hijo de su jefe y viera el tinglado que han montado, le correría a él y a sus acólitos a latigazos. ¿Dónde se ha visto tan despilfarro con la que está cayendo?.
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