SÓLO TENÍA DIECISÉIS AÑOS


Una menor marroquí de 16 años decidió poner fin a su vida en Larache tras ser obligada a casarse con su violador 10 años mayor que ella, y por el maltrato al que fue sometida. Según explica el diario local Al Massae en su edición de este martes, el pasado sábado la joven decidió ingerir un veneno para ratas en casa de la familia del marido, desesperada por el maltrato a que fue sometida por parte de ésta y de su marido, así como por el rechazo de su propio padre a recibirla en casa.
Es uno de los problemas del Islam, que lleva 500 años de retraso con el cristianismo, y se nota, sobre todo en el fanatismo exacerbado de muchos de sus seguidores y el nulo derecho de las mujeres. Viven en muchos aspectos instalados en la Edad Media y sobre todo las mujeres no tienen ningún derecho, como ocurría aquí no hace tantos años. ¿Qué clase de Dios tienen y tenemos, que el que nos ha tocado por lugar de nacimiento déjalo ir también?. Dieciséis años, violada y maltratada y además obligada a casarse con su violador. ¿Qué justicia divina es ésta?, que cojones se han creído estos imanes iletrados y fanáticos que no son más que unos reprimidos mal cardados que con total impunidad humillan y desprecian las mujeres. ¿No recuerdan que son hijos de madre? o ¿también  maltrataron a la suya? Olvidan esos personajes que por encima de las leyes injustas de los dioses están las leyes de los hombres, al menos en los países un poco civilizados, no, evidentemente en los que impera la barbarie y el nulo respeto a las mujeres. Sólo tenía dieciséis años, y sólo quería escuchar palabras de amor sencillas y tiernas. No había tenido demasiado tiempo para aprenderlas, acababa de despertar del sueño de los niños, y ahora permanece en la eternidad del sueño de los justos. Malditos sean los dioses y sus injusticias o quienes perversamente los mal interpretan. No sabemos su nombre, sólo era una niña.

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