Bosnia conmemoró ayer viernes el vigésimo aniversario del comienzo de la guerra en los Balcanes (1992-1995) con una serie de manifestaciones culturales y exposiciones que recuerdan las víctimas, las devastaciones y el asedio de Sarajevo. El acto central, denominado La línea roja de Sarajevo, ha querido recordar las 11.541 víctimas mortales del asedio de Sarajevo por parte de las tropas serbobosnias, que duró tres años y medio, y ha consistido en disponer en una calle principal de la ciudad , la calle Titov (cerca de la llamada avenida de los francotiradores, el Bulevar Mese Selimovica), 11.541 asientos de color rojo-uno por cada vida perdida-, en 825 filas, que ocupaban unos 800 metros.
En 1945, al terminar la segunda guerra mundial, Europa se conjuró para que nunca más se produjera otro Auschwitz. Cincuenta años más tarde, el 11 de julio de 1995, la pasividad de las fuerzas de las Naciones Unidas permitían otro repetición de un crimen horrible, la masacre de Srebrenica en Bosnia. Lo más terrible, los mas vergonzoso de esta matanza es que se podía haber evitado, que parecía que las fuerzas de Naciones Unidas lo evitarían. Sólo hacía falta que Europa no abdicara del compromiso adquirido de defender los valores clave, los derechos básicos de las personas y las etnias. Pero la Europa que cincuenta años antes, ante el horror de los campos de exterminio de Auschwitz o Mauthausen, se había conjurado para no permitir "nunca más" el horror nazi, no movió ni un dedo para evitar la horror de Srebrenica
Siria, no es un país Europeo puesto que pertenece a la liga árabe, pero a poca distancia de Europa y más cercana a los países de la liga árabe, y ni árabes ni europeos hacen nada para evitar la masacre que está prepetrando Bashar al Asad sobre todo en la ciudad de Hama y también en otras. Ya en el año 1982, Hama sufrió una matanza perpetrada por el régimen de Hafiz al-Assad, padre del actual presidente, para aplastar un levantamiento islamista que causó entre 10.000 y 40.000 muertos.
En este caso, como en Bosnia, el silencio e inoperancia de Europa y la liga árabe es cobarde y vergonzoso, sin que ni unos ni otros muevan un dedo ni den un solo paso para evitar la masacre del tirano sobre parte de su pueblo. Un tirano que lo sabe y continúa con su labor de exterminio con total impunidad. Como Bosnia, Siria es a pocas horas de vuelo de todas partes. La crisis de Siria no es sistémica, es ética y moral, al igual que la nuestra. "
En 1945, al terminar la segunda guerra mundial, Europa se conjuró para que nunca más se produjera otro Auschwitz, y ha habido más de uno. Más que una conjura debía de ser la conjura de los cínicos, o de los necios.
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