En la Edad Media se tenía que pagar como diezmo un diez por ciento de la cosecha en la iglesia, más lo que había que pagar al señor Feudal, eran los siervos, súbditos o antiguos esclavos quienes lo hacían sometidos por estos dos poderes Iglesia y Estado. Como los Señores Feudales siempre estaban enzarzados en guerras solían exigir más y más diezmos a sus siervos, siervos que en alguna ocasión límite se rebelaban para quitarse de encima ese yugo fagocitario y opresor. De hecho, lo único que ha cambiado es que las guerras actuales de los señores feudales son económicas, y en principio ha desaparecido el derecho de pernada, Cierto es también que en la Edad Media no había sindicatos, ahora los hay, pero como si no existieran, y la izquierda está desorientada, perdida y confusa, anclada en aspectos demagógicos del pasado como si fuesen inmutables, y así les va. La derecha, a lo suyo, como siempre ha hecho, y los nuevos siervos somos quienes nos toca recibir y además cornudos y a pagar la bebida. Y este es el panorama que tenemos delante.
No se, visto que el entorno social no ha cambiado apenas y que todo sigue igual, quizás sería llegada la hora por parte de los nuevos siervos de rebelarse se, al fin y al cabo si todos dejaran de fumar en seco y de poner gasolina, el Estado haría un crack total, pues de eso básicamente viven, o como en el motín de la Bounty relevar por incompetente al capitán de la nave.
No les culpemos más ni nos quejemos vanamente, la solución la tenemos, sólo hay que ser valientes para aplicarla. Llach nos recordaba que era tiempo de revuelta y hay que tener en cuenta que la Península Ibérica se olvidó de hacerla en su momento. Hagámosla de una puñetera vez.
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