En una interesante contra de la Vanguardia de Imma Sanchís entrevistando a Kam Yuen, ingeniero aeroespacial y doctor en Quiropraxia, este dice varias cosas interesantes: "Cuanto más dependemos del saber, más difícil resulta sentir", sería una de ellas. Pero hay otra afirmación que me ha llamado la atención 'Antes éramos energía', o sea que el cuerpo lo ocupamos después, al menos el de los primeros homínidos, un poco en la línea filosófica del monolito de 2001 de Kubrick. De hecho ya he manifestado en más de una ocasión que el cuerpo es un lastre pesado del que un día conseguiremos desprendernos para ser lo que éramos antes, energía en estado puro, lo cual no estaría tan alejado de la resurrección que pregonaba Jesús.
Hitler buscaba llamar la atención de los de fuera, los que creía nos habían depositado aquí creando una raza aria perfecta, y estaba equivocado, no era el cuerpo el que se debía mejorar sino el espíritu, y en este aspecto diría que estamos estábamos en cuanto a pensamiento, al mismo nivel que los primeros homínidos inteligentes.