Todo lo que nos es desconocido, produce en nosotros una sensación de desconcierto y miedo; por eso todos somos racistas. Se trata tan solo del difícil arte de procurar no ejercer este racismo y tratar de comprender y respetar las costumbres y creencias del otro, y que este haga lo mismo con las nuestras. ¡Ah!, el otro, somos nosotros para el desconocido.