No, no es necesario pasar ansia por estas cosas. Esto que acabais de escribir, efectivamente, se parece muchísimo a lo que ha escrito ya otro señor. No me extrañaría nada que la semejanza fuese casi literal. Pero, lo repito, no por ello debe ver comprometida su originalidad. Aquella semejanza es, siempre, pura coincidencia. Y nótese bien: dos personas sólo pueden coincidir en algún lugar - o en alguna idea - cuando vienen de lugares distintos. La originalidad radica, en definitiva, en la procedencia. De todos modos, también el plagiario hace su papel. Naturalmente, si tiene acierto en escoger lo que plagia. JOAN FUSTER
SuperPedro contra el Dr. Fango
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Si el debate sobre el fango informativo que contamina nuestro sistema
político lo hubiera planteado el Defensor del Pueblo o el papa de Roma,
nadie les hab...
Hace 41 minutos
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