En vida poco se le consideró (salvo los suyos), posiblemente porque la música y las letras que hacía así lo aconsejaban, era un gitano de Badalona, de los nuestros, aunque nacido en Mataró, y dicen inventó la rumba catalana, cuando todo el mundo sabe que fue el Pescadilla. Poco más habría que decir del personaje de Peret que a mí no es que me caiga mal, simplemente no me caía, pero como se ha muerto, ahora todo el mundo habla bien de él y glosa su figura hasta extremos que rozan la cursilería, que es lo que suele ocurrir cuando alguien se muere. No era el rey de nada y tampoco la rumba catalana se ha quedado huérfana, de hecho ya nació así. El Gato era otra cosa, aquí si había sentido y sentimiento, y esta si que fue una muerte sentida.
La Cámara Baja de EE.UU. aprueba un proyecto de ley contra el antisemitismo
para perseguir las protestas
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Una amplia mayoría de congresistas demócratas y republicanos (320 a 91)
busca expandir el significado de antisemitismo en las leyes
antidiscriminación
Hace 3 horas
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