Podemos intentar justificar a Borges diciéndo, como dijó Welles, que estaba medio ciego. ¿Pero a alguien se le ocurría alguna manera justificar la ceguera absoluta de Sartre?, publica Gregorio Luri en su blog. Ved si se puede decir tanto en tan pocas palabras, y es que Sartre tuvo la habilidad de estar en medio de todo y no entender nada, aparte de ir siempre en el bando equivocado. A menudo se habla de filósofos, algunos de ellos sobrevalorados, sin duda Jean Paul Sartre es el más claro ejemplo.
En una entrevista (aquí, si quiere leerla entera) que concedió Cioran a Hans-Jurgen Heinrichs, hablaba de Sartre en este sentido:
"Tengo un punto en común con Sartre. Sartre dijo, poco antes de su muerte, que él había entendido siempre mucho mejor con las mujeres que con los hombres. Este es también, mi caso: yo prefiero las mujeres a los hombres. ¿Sabe usted por qué? Porque la mujer es más desequilibrada que el hombre. Ella es un ser infinitamente más mórbido y enfermo que el hombre. Ella resiente más las cosas, que un hombre no puede ni siquiera, sentir. He observado que las mujeres estaban en general más cerca de mi manera de escribir que los hombres. Quedé muy impresionado cuando leí que Sartre había dicho que él prefería la conversación de las mujeres a la de los hombres."
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