Estoy seguro que recordaréis el anuncio de la lotería de Navidad del año pasado donde intervenían Raphael, Montserrat Caballé y algún otro famoso más que ahora no recuerdo, y la retranca que hubo con el mismo. Francamente, era horroroso y no se si alcanzó el objetivo de un anuncio que es atraer clientela hacia el producto anunciado.
Este año, el enfoque del anuncio es totalmente diferente, se mueve entre 'Chencho' y 'Que bello es vivir'. El protagonista del spot, Manu, quien no ha comprado su décimo porque se sobreentiende está en paro, a instáncias de su mujer baja hasta el bar de Antonio donde ha tocado la lotería para felicitarle. La gente está enloquecida celebrando que son nuevos ricos, o nuevos pobres, y todos brindan con champagne, menos Manu, que tras felicitar Antonio le pide un café. A la hora de pagar (una tontería en un día en que no paga nadie) Antonio le dice me debes 32 euros y ante la cara de sorpresa de Manu (que debe ser un desgraciado de verdad o un gran actor porque hace muy bien el papel) le da un sobre donde hay un décimo premiado.
Lacrimosamente irreal, inverosímil, francamente, no se cual de los dos anuncios es peor, si el del año pasado o el de este, al menos el del año pasado no engañaba a nadie y tenía la cosa aquella entre friki y esperpéntica que lo hacía diferente. Lo único que se me ocurrió al verlo por primera vez, es si el final del anuncio es una alegoría (el sobre que Antonio, el propietario del Bar, le da a Manu) con los sobres que entregaba Bárcenas ... No lo creo, deben ser manías mías. Sinceramente, prefería los anuncios del calvo, eran una borrachera de pura estética audiovisual.
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