A partir del día de tu nacimiento, inadvertidamente, un doble te ha ido sustituyendo. Vivo o muerto, ese doble es lo único que le interesa al Estado, que le impone una identidad donde queda confinado: nº de DNI, nacionalidad, nombre de pila, profesión, estado civil, etc. ¿Tú?, tú no cuentas mas que para alimentar a ese doble o, como mucho, imitarlo, para seguirlo como se sigue fielmente a un despótico dios o a un miserable tirano. Tú no cuentas mas que para obedecerlo cuando él trabaja, descansa, copula o consume tal y como se lo han ordenado. Tú no cuentas. Es tu doble programado el que establece esas que crees tus prioridades, el que calcula y decide qué es erróneo y qué es correcto. Él impone su proyecto, el calendario y esos que crees tus conceptos. No te educaron, a ti nada más nacer, ya te dieron por muerto. Lo educaron a él, a tu doble adoctrinado, sumiso, obediente... recto. - Loam
Dirección única. Abluciones
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"Y para ver hay que elevar el cuerpo,
la vida entera entrando en la mirada"
Claudio Rodríguez, poema *Hacia la luz*.
El hombre abre l...
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