Nos, o han creado una dependencia, o drogodependencias tecnològicas que empieza a ser preocupante: El envío de mensajes a través de móviles se ha disparado con la llegada de los servicios de correo y mensajería instantánea. Ver por la calle a una persona caminando con la mirada fija en el dispositivo ya es algo habitual. Aunque esta conducta es habitual, lo cierto es que supone un grave peligro para el usuario y para el resto de personas de su entorno,en alguna ciudad China incluso han creado un carril whatsapp, al lado del carril bici. Incluso se creó un término para definir esta obsesión compulsiva: 'phubbing'. Se trata de un concepto derivado de la mezcla entre los términos de origen inglés 'phone' (teléfono) y 'snubbing' (ignorancia, rechazo) y hace referencia a la práctica de ignorar a una persona con la que está teniendo una interacción social por estar haciendo uso de un dispositivo telefónico. Anti-phubbing El concepto hizo fortuna, que incluso se crearon plataformas virtuales 'anti-phubbing', que exigen el fin de la práctica y piden el voto a los internautas con el lema 'Stop phubbing'. Estos pueden elegir si están a favor o en contra de la ignorancia del otro ante un dispositivo móvil.
De hecho, con el uso de Whatsapp, ha surgido una especie nueva de 'zombies' que se pueden reconocer por ir caminando por la calle sonriendo mientras teclean compulsivamente como poseídos su smartphone. Esta dependendència o drogodependencia que han creado, ha generado una nueva generación de esclavos, que ajenos a este hecho que los hace dependientes de toda esta tecnología, todavía se jactan de ella satisfechos.
Quizás es cosa de la edad, pero he decidido detenerme ante las nuevas tecnologías; Como los simios de la novela de Bouille, hasta aquí he llegado, a menos que alguna de estas nuevas tecnologías sea de mi interés, tampoco hay que engañarse.
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