El principio de esperanza se concretará solamente cuando la mayoría de la población sea consciente de que sus condiciones de vida no se deben a ningún designio divino ni a ninguna ley natural, sino a la voracidad insaciable de un puñado de potentados, a la riqueza y al poder de los pocos que generan la pobreza e impotencia de los muchos.
Las revoluciones se hacen cuando grandes sectores de la población
se animan unos a otros, al descubrir lo que tienen en común, y se
rebelan contra un orden social insufrible. La gente tiende a soportar
grandes abusos antes de arriesgar sus vidas en confrontaciones con
fuerzas armadas muy superiores. Por eso no hay ninguna revolución
frívola, sino que todas ellas son una tarea muy seria.
Por todo eso, romper con el liberalismo que penetra hoy todas las
facetas de la vida, imponiendo en todas partes su pensamiento indiferenciado,
acrítico, implica airear en público la crítica de los programas
liberales, significa hacer un esfuerzo serio y sostenido para aprovechar
las lecciones aprendidas durante las tres últimas décadas en organización
de comunidades, desarrollo económico, movilización en torno
a cuestiones concretas, urbanismo, medioambiente, etc. y hacer una
nueva síntesis.
Vicente Romano -
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