Los diputados de Ciutadans, PP y PSC habían abandonado el hemiciclo en el momento de la votación de la ley del referéndum, dejando banderas españolas y catalanas en los escaños vacíos; entonces, una figura venerable, menuda que caminaba justita comenzó a retirar las banderas españolas. La presidenta del parlamento, Carme Forcadell, le pidió que se detuviera, pero la figura venerable, menuda que caminaba justita continuó retirandolas todas y volvió ayudada por un compañero a su escaño.
Tenía un punto de poético contemplar el acto de Ángels Martínez, un punto de personaje Felliniano, que a mí no me dio pena, ni lástima tampoco, me creó mucha ternura hacia ella, una sensación casi de felicidad con su acto sencillo, pero grande, cargado de simbolismo republicano.