El reciente caso del barco Aquarius de la ONG SOS Mediterranée y de Médicos Sin Fronteras (MSF) y dos naves italianas, que transportan 629 inmigrantes procedentes de Libia, ha sido el principal suceso a debatir durante el pleno del Parlamento europeo. Los ataques al ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, que prohibió la entrada argumentando que Italia "no asumirá ni un solo inmigrante más", han provocado la indignación de los eurodiputados italianos del Movimiento 5 estrellas y de Liga Norte, un "contrato" que ha hecho posible este nuevo gobierno.
El destino de las embarcaciones, que actualmente se encuentran en dirección a Valencia, y la gran cantidad de migración forzosa que reciben países como Italia, Grecia, Malta o España, ha pasado, sin embargo, desapercibido en el Parlamento Europeo, la política migratoria ha sido duramente criticada por muchos de los eurodiputados presentes, en su mayoría españoles e italianos.
El presidente del Parlamento, Antonio Tajani, ha inaugurado el debate apelando a una "reacción inmediata por parte de la Unión Europea (UE)" y admitió que "el problema no puede resolverse a nivel nacional ni con polémicas entre Estados miembros" , en referencia al tira y afloja entre España e Italia por la llegada del Aquarius y las otras dos naves italianas.
La viceministra para la Presidencia Búlgara del Consejo de la UE, Monika Panayótov, ha querido destacar que el destino de los migrantes en el Mediterráneo no sólo es una responsabilidad de la Unión Europea "aunque estemos implicados plenamente a nuestro nivel" y ha apelado a "la falta de oportunidades en sus países de origen" como principal problema a resolver.

El comisario de Migración y Asuntos de Interior, Dimitris Avramopoulos, ha dicho, por su parte, que no "a entrar en el jueguecito de echarle la culpa a los demás" y ha alabado en Italia y en otros Estados miembros para "defender nuestros valores y asumir su parte de responsabilidad". Sin embargo, no son pocos los eurodiputados que le han reprochado que esta decisión del gobierno italiano está vulnerando el derecho internacional y marítimo de la UE.

Avramoupoulos también ha afirmado que la "reubicación debe ser algo normal para las personas que necesitan protección" y que siguen formando al personal de los guardias costeros libios para que estén mejor preparados para llevar a cabo operaciones en el mar. Ha terminado su intervención con la frase: "Salvar vidas en el Mediterráneo, sí, y también proteger nuestras fronteras". Son las personas migrantes, una amenaza de la que hay que protegerse?
Representantes de casi todos los partidos españoles han intervenido durante el pleno. Elena Valenciano ha sido la primera de ellas, en representación del grupo socialista, y ha afirmado que esta "situación sólo está dando beneficios a aquellos que están en contra del proyecto europeo, y se alimenta de xenófobos y racistas". Como portavoz del grupo de los liberales (ALDE) ha tomado la palabra Javier Nart, bla, bla, bla... la vergüenza es que más del 90% de la Eurocámara estaba ausente durante el debate sobre el Aquarius, en la apertura de la sesión plenaria, celebrada el pasado lunes, que se aprobó con 212 votos incluyó un punto de debate extraordinario para abordar la situación en el Mediterráneo. O sea, que el 90% de los parlamentarios europeos no se molestó en asistir a la sesión plenaria para tratar del drama de los refugiados, esta es la solidaridad de Europa, o de los parlamentarios europeos. Bien cebados, cobrando sus dietas, trabajando tres días a la semana como mucho, un retiro dorado para los elefantes de la política destinados a Bruselas. Poco trabajo, mal hecho y bien pagado. Decía en el escrito anterior que un fantasma recorre Europa. ¿Uno? no muchos, fantasmas que deambulan por la Eurocámara de la vergüenza, vergüenza propia y ajena.