Plagiar o no plagiar, esta es la cuestión. No, no es necesario pasar ansia por estas cosas. Esto que acabo de escribir, efectivamente, se parece muchísimo a lo que ha escrito ya otro señor. No me extrañaría nada que el parecido fuera casi literal. Pero, lo repito, no por ello ha de ver comprometida su originalidad. Aquella semejanza es, siempre, pura coincidencia. Y nótese bien: dos personas sólo pueden coincidir en algún lugar - o en alguna idea - cuando vienen de lugares distintos. La originalidad radica, en definitiva, en la procedencia. JOAN FUSTER.

Ahora que se habla - demasiado - de plagios, conviene recordar algunos aforismos de Fuster sobre el plagio.

66.- De toda manera, también el plagiario hace su papel. Naturalmente, si tiene acierto en elegir lo que plagia.

211.- Lo peor del plagio no es que sea un robo, sino que es una redundancia. Matizo: una redundancia sin valor.

922.- Desde un punto de vista serio y utilitario, es preferible que se escriban plagios de cosas sensatas que no se escriban tonterías originales.