Los tiroteos de esta fin de semana en Dayton y en El Paso llevan el sello ideológico de Donald Trump. Eso es algo que no admitirá el presidente, pues sería echarse a la espalda casi una treintena de personas asesinadas y más de cuarenta heridas. Sin embargo, la realidad es que, le guste o no, lo admita o no, estos asesinatos están estrechamente ligados a los mensajes de odio que llevaron a Trump a la Casa Blanca.
Lo peligroso de sembradores de odio como Trump no es que generen o conviertan a cabezas huecas en seres violentos, puesto que la mayor parte de ellos ya lo eran, sino que los normalizan, les dan una pátina de legitimidad. Lo verdaderamente inquietante es que discursos como el de Trump abren la puerta a que cualquier pueda decir o hacer en público cualquier barbaridad contra las mujeres, las personas migrantes o el colectivo LGTBI, con el soporte implícito del mensaje del Presidente
En algunos casos, como ha sucedido, como en Dayton o el Paso, se pasa de las palabras, de las descalificaciones, a la acción violenta, asesinando al tiempo que se replican los mismos argumentos que Trump esgrimió tanto en su campaña electoral o posteriormente al frente del gobierno. Trump no sólo siembra campos que ya tenían esas semillas de odio irracional, sino que los abona y los riega, terminando por brotar indeseables frutos como este fin de semana.
En EEUU se da, por un lado, el agravante de la facilidad que existe para conseguir armas de gran calibre y, por otro, una cultura de exaltación a ellas que, afortunadamente, cada vez está más en retroceso. -El atacante de Dayton compró el fusil por internet-. Algo muy diferente de lo que sucede en lugares como Nueva Zelanda: Si en EEUU, tras tiroteos similares en el pasado se producía un incremento en la compra de armas, en Nueva Zelanda, la policía recibió más de 2.000 armas semiautomáticas de estilo militar y fusiles de asalto de ciudadanos, tras la prohibición establecida después del atentado terrorista del pasado mes de marzo contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, prueba de que con otra cultura y otros dirigentes políticos una sociedad puede reaccionar positivamente ante la barbarie de los sembradores de odio.
Lo sucedido en EEUU debe encender todas las alarmas en España. Aquí también tenemos partidos políticos que siembran el odio (Vox i C,s) y otros lo normalizan, hasta el punto de que mucha gente cuando ve por televisión este tipo de atentados suele comentar, allí esto es normal, porqué ha entrado en la mente de la gente como un hecho inevitable. Pero ojo, que estos hechos que 'suceden en Estados Unidos' como se suele decir, pueden producirse en breve aquí, tiempo al tiempo.
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