LOS MUERTOS NO SE CUENTAN


En 2018, Barcelona registró 10 homicidios dolosos y asesinatos consumados, mientras que durante el primer trimestre sólo se registró una muerte. Los datos de 2018 son menores a las de 2017 y 2016. En 2010 fueron 23, y en el dato de 2017 están incluidos el 14 muertos por el atentado terrorista en las Ramblas.
Los homicidios dolosos y asesinatos consumados en la ciudad de Madrid subieron un 41,7 por ciento en los primeros nueve meses del año respecto al mismo periodo de 2017, al pasar de 12 a 17, 21 a final de año, según datos del Balance de la Criminalidad que elabora el Ministerio del Interior.
Entonces, de que estamos hablando, si no es de una campaña orquestada contra el Ayuntamiento, o mejor dicho, contra la Alcaldesa Colau. Los muertos no se cuentan decía Bartolomé Soler en réplica al millón de muertos de Gironella, o no se deberían contar, pero son los que son, en Madrid y en Barcelona, ​​y lo que no se debería hacer es manipularlos para intereses oscuros por un lado, y tampoco negar la evidencia de que hay inseguridad y que los robos han aumentado este año un 30% por el otro. En 2010 con Jordi Hereu de Alcalde y 23 muertos, ningún medio hablaba de inseguridad, ni de aquí ni de Madrid, reflexionemos pues antes de criticar a teorías de la conspiración cuando la hay y es patente.
Y es que una cosa es la sensación de inseguridad y otra la inseguridad real, y mientras que la primera es fácil de crear por los medios, la segunda es difícil de solucionar por las autoridades, y no se arregla con más policía en la calle, ni aumentado las condenas de prisión, sino yendo a la raíz, a la causa de esta inseguridad, y esto no és tarea fácil ni se arregla en cuatro días, y en el caso de Barcelona, de lo que se trata es de morir de éxito.


Imageb de Tot es mou - TV3

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