Bajo el volcán, pero no el de Malcom Lowry, no el otro, el de la Palma, nos ha llevado a extremos curiosos, como el caso de Cuatro, que después de días y días de la erupción constante del Cumbre Vieja en la isla de la Palma, el sábado decidieron emitir en la tele, no una sino dos pelis de catástrofes volcánicas. A saber: Un pueblo llamado Dante's Peak y Alerta roja. La primera, protagonizada por Pierce Brosnan y Linda Hamilton, va de un vulcanólogo que avisa que en cualquier momento puede haber una erupción que sepulte por completo el pueblo en cuestión. No le hace caso nadie. La segunda es un film surcoreano que va de un volcán que entra en erupción y amenaza con sepultar buena parte de las dos Coreas, la de abajo y la de arriba.

Huelga decir que, indignada, buena parte de la ciudadanía se ha quejado de lo que considera un despropósito de Cuatro. Tal como está la situación en La Palma, sólo les falta que ahora emitan películas de este tipo, dicen. Encuentran que es una decisión burda, oportunista, vomitiva, vergonzosa, de mal gusto, miserable, ruin... "¿Que es que no sois conscientes del miedo que puede infundir en la población de La Palma?", Protestaba uno de los telespectadores , a punto de caer al suelo colapsado por la rabia, como lo explica Quim Monzó en su artículo de hoy.

Y tienen razón. Mucho mejor y más edificante, la exhibición de periodismo amarillo que a lo largo de estos días han mostrado la mayoría de las cadenas, con sus grandes estrellas desplazadas al lugar de los hechos para, adecuadamente maquilladas y situadas frente a la lava, entregarla al morbo con voz gravemente responsable. A una periodista la tenían todo el día encima de una barca a ver si llegaba la lava que todavía está a 800 metros del acantilado. Otro hacía cachondeo diciendo que los hoteles de la Palma no había lugar para los palmeros afectados por la colada, porque estaban ocupados por los periodistas. Y es cuando menos curioso que mientras desde lunes a viernes prácticamente en la Sexta, Cuatro o Antena 3 no hablaban ni informaban de nada más, el sábado y domingo de información dieron la justa en los telediarios, eso si, este lunes vuelta a empezar.

Tienen acosados, agobiados a los vulcanólogos, preguntándoles insistentemente una y otra vez cuando llegará la lava al mar, a qué hora, etc etc, incluso se lo preguntan a los del barco; por cierto, un barco oceanográfico que se llama Ramón Margalef no puede ser serio. 'Ah! Mención especial para Pedro Piqueras que de que la palma en la Palma con un incidente con un trozo de magma, debia llegar al éxtasis en decir por fin y en directo ríos de lava. Pobre Piqueras, no sabía que no son ríos, sino coladas.

Me pregunto si es necesario ir pasando constantemente las imágenes de la lava como devora las casas, entiendo por icónicas las imágenes de la caída del Campanario de Todoque, pero la casa verde que había antes o el restaurante de la rotonda, los he visto caer al menos 100 veces, porque y aquí me habéis pillado, como muchos estoy morbosa y compulsivamente enganchado a la tele viendo las imágenes como no lo hacía desde el 11S, o el bombardeo nocturno de Irak. En conjunto, un espectáculo bastante lamentable el de los medios, como ya lo denunció Carles Francino en su programa.... salvo que él también estaba allí.