EL HACENDADO NO QUIERE TATUAJES



Tengo a tutiplén de supermercados cerca de casa, pero no uno de Mercadona. Dicen que la empresa veta que sus empleados luzcan tatuajes o piercings. Que los tengan, ningún problema, pero que estén a la vista del público, no.  Mercadona ofrece a sus empleados la posibilidad de vendarse los tatuajes o ponerse tiritas, pero un sindicato gallego dice que entonces “parecería que, en vez de personal de un supermercado, los trabajadores fuesen heridos de guerra”. De momento, a los que llevan los brazos tatuados la empresa no les da uniformes de verano y, así, durante todo el año trabajan con manga larga. No se hasta que punto tiene una empresa derecho a prohibir a sus empleados piercings o tatuajes, aunque a nivel personal en no compartir el fervor por esta moda, la medida no me parece mal. 

Vengo de una generación que ni sabia que era boomer cuando era boomer pero si se que los tatuajes antes y durante muchos años era cosa de marineros y drogadictos, como nos lo habia narrado Vázquez Montalban. Cuando en el súper, en la caja, veo a los dependient@s que pasan la compra por el lector de códigos de barras con los brazos llenos de tatuajes, no pueden evitar una sensación de asco. Lo mismo pasa en los bares, restaurantes, o en el fútbol. David Beckham vestido impecable com traje, camisa y corbata pero con sus tatuajes deja de ser elegante para ser sucio, vulgar, porquè el tatuaje es sucio - hay que decirlo -,  y es que soy incapaz de entender y de comprender que lleva a una persona a tatuarse, igual sucede con barbas, bigotes o piercings, todo ello son conceptos antiguos, tribales, casi medievales, que no se que pintan en esta época ni en este siglo.

Veremos en que acaba la iniciativa de Mercadona, si es que los medios se dignan a informarnos. La noticia está en la prohibición, como acaba, ya ser verá, el interés pasa a ser relativo. 

2 comentarios:

  1. Nunca me gustaron ni los piercings ni los tatuajes, tampoco ir de corbata al trabajo.
    Un saludo.

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