REENCUENTRO



Reencuentro a un viejo compañero de trabajo, hacía cuarenta años que no nos veíamos, però lo he reconocido en el acto, quizás por una facilidad para memorizar rostros. Nos miramos, intentando reconocernos tal como éramos antes. Ha envejecido mal - pienso - y él debe considerar lo mismo de mí - Iniciamos el ritual del recordatorio de estos años y poco después nos despedimos cada uno con la evidencia de la mutua consternación. A veces intento imaginar cómo me ven los demás y siento cierta pena de mí mismo, ahora que, tampoco es para tanto. Son los otros los que envejecen.

2 comentarios:

  1. Suele pasar. Nos vemos más jóvenes de lo que aprecian los demás. Frecuentemente me ocurre que, cuando llevo un rato con un viejo conocido, comienzo a ver en él rasgos o gestos del joven que fue, sobre todo en la mirada.
    Saludos.

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  2. El contemplarse a diario en el espejo, hace que uno no note tanto su envejecimiento físico.

    Salut

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