UNA PRECUELA DEL EFECTO AYUSO


Maria Casado, ha entrevistado a Vargas Llosa en TVE-1. La entrevista ha ofrecido momentos que invitan a la meditación reflexiva. Lo digo porqué Vargas Llosa gran escritor y peor persona, tiene una trayectoria existencial tan interesante como controvertida, con sus filias y fobias. En un momento determinado, Casado le preguntaba por su intransigencia hacia quienes cambian de ideas y de opinión a lo largo de su vida. Vargas Llosa le contestaba: de joven fui comunista, pero con el paso de los años me he dado cuenta de que en el comunismo había una gran pérdida de las libertades. En otro momento de la entrevista el escritor evocaba esa Barcelona de los años 70, esa explosión de cultura. Cómo ha cambiado la ciudad, que diferente es de antes, se lamentaba. Viví cinco años en Barcelona y no llegué a conocer a ningún independentista. Aquí le ha pillado Monegal aunque le da la razón: en los años 70 el independentismo en Barcelona no pasaba del 18% siendo generosos, y ciertamente era así, la posibilidad de cruzarse con un independentista era muy baja o improbable, pero esto era así porque M. Rajoy todavía no se había erigido en el gran fabricante de independentistas. O tal vez sea el efecto Ayuso. De la misma forma que en Madrid no te puedes encontrar con tu ex pareja cuando sales a la calle, en una especie de precuela, en la Barcelona de los años 70 no te podías encontrar a ningún independentista por la calle. Lo que no sabe Vargas Llosa, Don Mario Porcelanosa, es que algún día, en un futuro muy lejano, o no, en el Fossar de les Moreres erigirán una estatua en homenaje a M.Rajoy, el padre, el adalid del auge del independentismo en Cataluña y olé.

2 comentarios:

  1. Vendió libros a montones, ganó fama y dinero, viajó, vio lo bien que vivían algunos en Europa y dejó las ideas de izquierda para los parias. Pasó a ser neoliberal. Yo soy de los que me he leído casi todo lo que escribió este señor en sus primeros tiempos. Curioso que sus lectores, que tanto disfrutaban cuando se metía con los oligarcas, los corruptos y los militares golpistas, la mayoría de izquierdas (y de centroderecha con inquietudes literarias), ahora abominen de sus ideas. ¿A quién va a vender sus libros ahora si la ultraderecha aznarista, trumpista y bolsonarista, y sus votantes, no son mucho de estas lecturas. No me imagino a Abascal con La fiesta del chivo bajo el brazo, ni al Almeida con La ciudad y los perros en su mesilla de noche. Todos neoliberales.
    Saludos.

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    1. Sorpresas te da la vida. Este señor debería llamarse Bernabé: Quien te ha visto y quien te ve....

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