EL CENAGAL



Alberto Núñez Feijóo declaró el jueves al Tribuna Barcelona que organiza La Vanguardia que “comprenderán que no me producen ningún nerviosismo unas cintas de hace ocho años”. El presidente del PP se refería a los nuevos audios publicados esta semana pasada por El País donde la que fuera secretaria general del PP y ministra de Defensa aceptaba unos informes falsos del comisario José Manuel Villarejo para hundir a Podemos y su líder, Pablo Iglesias. En Feijoo de hecho, todo lo que haga más de un par de años que ha pasado, para él ya no importa. asegura que su vieja amistad con el narcotraficante Dorado (en la foto) es un “tema superadísimo”, y no tiene ningún tipo de importancia. En él y con él todo se relativiza.

La cacería del PP contra las ideologías que consideraba peligrosas y perversas, sea por controlar una unidad extremada de España o por desvirtuar una ascendente y democrática extrema izquierda, ha sido horriblemente aceptada por un núcleo capitalino de un madrileñismo exacerbado. Se manipularon informes contra Xavier Trias que le hicieron perder las elecciones en Barcelona en el 2015 o Artur Mas que le hundieron las del Parlament del 2012. Se atacó el independentismo con actuaciones de quinquis. Se ha descubierto que Jorge Fernández Díaz y María Dolores de Cospedal, manipularon a su antojo, con ayuda de jueces y periodistas, la opinión pública con informaciones falsas que regaban tertulias. Ni los periodistas (como ha quedado demostrado con los audios publicados por la web CronicaLibre.com) que, sabiendo que los informes eran basura falsa, los metían en portada, les daban credibilidad, y convertían el periodismo de investigación en periodismo de filtración .

El presidente del PP, que representa a la capital de este cenagal, nos dice que no pasa nada porque estos audios han prescrito. Ni expulsaron a de Cospedal del partido ni pidieron disculpas por utilizar mierda en lugar de argumentos, mientras eso que llamamos Estado sigue sin actuar, mudo ante tanto vómito permanente y, cada vez más, se va creando una idea de que quien realmente quiere independizarse de España es ese Madrid, que es donde realmente pasa, y quieren que pase, todo.

Todo esto ha ocurrido porque sólo en Madrid se creyeron que lo de la declaración de independencia iba en serio, y actuaron en consecuencia con toda la contundencia que les da la fuerza y ​​el poder que Madrid tiene y Catalunya no. Fuster lo definía en este aforismo: "En realidad, un nacionalismo sólo se crispa y se arbola frente a otro nacionalismo que le amenaza. O mejor dicho, una nación sólo tiene necesidad de instinto de conservación, de exaltarse en su nacionalismo, cuando se ve en peligro frente a las ambiciones de otra nación". Otra nación en este caso, mucho más pequeña, desarmada y con unos dirigentes cainitas divididos y peleándose entre sí.




.

No hay comentarios:

Publicar un comentario