El tren de Extremadura viaja a otros tiempos. En el siglo XIX, en concreto, cuando se instalaron las travesías de madera del 15% de las vías por las que el tren va a una velocidad de otra época. Los 400 kilómetros que separan a Badajoz de Madrid se recorren en seis horas en trenes diésel de media distancia sin cafetería y con tendencia a averiarse. El trayecto de Mérida a Sevilla, 190 kilómetros en cuatro horas, no es para una urgencia. Hartos de esperar un tren en condiciones y retrasos que suman décadas, todos los partidos políticos, sindicatos, patronal y la sociedad civil extremeña, en una unión sin precedentes, se concentraron en Madrid este sábado al grito de “¡tren digno ya!".

A la plaza de Espanya llegaron ayer por la mañana más de 300 autobuses -40.000 manifestantes según la Junta de Extremadura, 7.000 según la policía- cargados de miles de extremeños que querían hacerse escuchar. En tren viajaron las autoridades y los firmantes del Pacto por el Ferrocarril; la casi media hora de retraso con la que ha llegado el convoy a la estación de Atocha ilustra bien uno de los problemas que denuncian. "Somos pocos y hacemos poco ruido, pero ya es hora de que nos escuchen", decía con una calma firme Manuel Márquez, un emergente de 82 años. "La indigencia que tenemos ahí con las líneas de ferrocarriles es indignante".

A los 180 mil extremeños que viven y trabajan en Cataluña les gustará mucho leer esta noticia: Cataluña ha arrancado este viernes 9 de septiembre sin servicio de Cercanías. En un breve comunicado publicado en la web de Cercanías explican que una incidencia en el sistema general de comunicaciones ha obligado a suspender la circulación de todos los trenes de Cercanías y Larga Distancia de Catalunya. Este problema, que de momento no tiene previsión de cuándo se resolverá, se ha detectado y comunicado a las 5:00 horas. “Recomendamos hacer uso de transporte alternativo mientras dure la incidencia. Rogamos disculpen las molestias”, detallan en la web de Cercanías. Los técnicos del servicio público están trabajando ya para intentar reparar la decisión. La incidencia ocurrida en un día laboral está provocando que se generen grandes aglomeraciones de personas en las estaciones de Cercanías. El malestar ya está llegando a las redes sociales, donde los usuarios están mostrando su indignación frente a la falta de previsión o soluciones.

Los extremeños en este caso sí se tocan, y no para timar a un turco, sino para protestar contra Renfe, la de "Papá ven en tren"; tenemos el personal encendido aquí y allí. Cercanías es desastre en Catalunya igual que el AVE en Extremadura, pero los sufridos usuarios de aquí se quejan menos que los de allí. Quizá sea llegada la hora de pasar a la acción. Menos hilos en twitter y más pisar los raíles.