SOPA DE TOMATE CON GIRASOLES



Una de las versiones del cuadro de Los girasoles, de Vincent Van Gogh, concretamente la que está expuesta en la National Gallery de Londres, se ha teñido de rojo este viernes después de que dos integrantes del grupo 'Just Stop Oil' han irrumpido en la National Gallery y han arrojado el líquido de dos latas de sopa de tomate sobre el famoso cuadro. Por suerte, gracias al cristal protector, todo ha quedado en un susto, tal y como ha confirmado horas después en un comunicado la National Gallery. “Hay algunos daños menores en el marco pero la obra está ilesa”.

Las responsables de dicha acción forman parte del grupo ecologista ‘Just Stop Oil’, que lleva quince días celebrando protestas contra el cambio climático y la explotación de yacimientos de combustibles fósiles en Reino Unido en otros puntos clave de la capital británica. En su cuenta de Twitter, los activistas han publicado un vídeo del instante del suceso, acompañado de una reflexión “La creatividad humana y la brillantez se exhiben en esta galería, sin embargo, nuestro patrimonio está siendo destruido por la incapacidad de nuestro Gobierno para actuar sobre la crisis climática y el coste de vida”.

Comentaba el otro dia sobre el corte de fleco de cabello en señal de protesta por el asesinato de Masha Amini, que no era más que postureo, bien intencionado, pero postureo al fin y al cabo. Y debo confesar que me molesta por que no deja de ser el acto impúdico del gesto, un acto que no compromete a nada, que se hace desde la comodidad del sofá. Si no hay un compromiso serio, real, actos como este o el de la sopa de tomate de Just Stop Oil, o cuando el hastag "#todos somos....", no pasa de ser un compromiso latente, no efectivo, o sea, postureo, casi siempre inútil. Sólo en contadas ocasiones este tipo de protestas acaban dando algun resultado positivo, lo que me lleva a pensar que quizás si se deben de hacer, pero no de manera sistemática, porque se acabaria banalizando la protesta.




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