Mariano Rajoy ha escrito un libro titulado El arte de gobernar, que resulta ser un concepto que desarrolló Michel Foucault, uno de los grandes pensadores del siglo XX. Curiosamente, para el intelectual francés, el poder no se posee; se ejerce; para el político popular, gobernar es a menudo precisamente no decidir, que resulta una forma de hacerlo. Puedo imaginarme cómo habría sido un diálogo entre Rajoy y Foucault, si este último todavía estuviera entre los vivos. Seguramente serían dos formas opuestas de entender el poder. Está claro que uno es registrador de la propiedad y el otro era filósofo, y ya se sabe que los primeros dan fe y los otros tienen, unos se mueven en el mundo de las propiedades y los segundos, en el universo de las ideas.
El editor (y expolítico) Manuel Pimentel avisó en la presentación de que la obra literaria de Rajoy es un libro de sabiduría y no de conocimiento. Podríamos decir que es un volumen de inteligencia práctica y no abstracta (la frase es de Benigno Pendás, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, que comentó su contenido). Esto es seguramente el mejor resumen no solo del libro, sino también de la concepción que el expresidente del gobierno tiene de la política. Y es probable que, de no haber tenido que afrontar el proceso como desafío, con los años le habrían hecho una estatua como personaje fiable. Pero no actuar frente a los grandes retos (o dejar que otros lo hagan por ti) constituye un error que pasa factura. Entonces, nunca es una buena solución esperar a que las cosas se arreglen solas. O que las resuelvan oficiantes en las tinieblas.
Tres conceptos presentes en El arte de gobernar explican la visión que Rajoy tiene del poder y me atrevería a decir que de la vida: “En política, a veces hay que escoger el menos malo”, “vigilad antes de hablar más de la cuenta” y “enfadarte te llevará a cometer errores”. Que podrían resumirse en otra de las sentencias: "Antes de decidir, piensa bien las cosas".
El único problema es que si las piensas demasiado, la realidad te supera. Éste es el gran problema del arte de no gobernar, que podría ser el título de la segunda parte del libro, escribe Màrius Carol.
M.Rajoy es un ejemplo de que en este país la justicia 'es un cachondeo', presuntamente, ha delinquido más y de forma más grave que Ábalos o Santos Cerdán, y, sin embargo, sigue impunemente en libertad. Habrá que confiar en la Justicia Andorrana, o como en el chiste de Eugenio preguntarse: ¿hay alguien más?
Se pregunta Carles Mundó en su artñiculo de la vanguardia: quien manda en España, parece obvio, la caspa de las capas.

2 Comentarios
Un personaje anodino.
ResponderEliminarNo sé, tengo mis dudas sobre la autoría real del libro. En todo caso, creo que sería el último que leería en una isla desierta. O tampoco eso.
Bueno, siempre te quedaba el de Juan del Val.
ResponderEliminarEn cuanto a Rajoy, con lo procrastinador que es, dudo que haya escrito este bodrio.