Los hombres solemos decir que las mujeres son complejas, y ojalá tuviéramos nosotros su sencilla complejidad. el secreto de la comprensión del eterno femenino es que no hay secreto, no es fácil pero tiene su que... 
Cuando un hombre dice ¡no!, es ¡no! y si dice ¡si!, es ¡si!, pero en las mujeres no es así; un no femenino, puede ser un sí, un tal vez, o un que no lo ves que si burro, o al revés un sí, puede ser muy condicionado, y significar un no. 
Este es el secreto de la comprensión del eterno femenino, si es que hay secreto. De todos modos a las mujeres como a los hombres, lo más importante no es comprenderlos, basta con respetarlos y amarlos, con esto es más que suficiente, al menos a mí me ha ido hasta ahora, muy bien.