Según Fuster, existe un arte para evitar la inconsecuencia En lugar de adoptar unos principios y sujetar la conducta a estos, es preferible deducir los principios partiendo de la misma conducta. Entonces todo será más claro y más honesto. Tal vez, en este caso, los principios deducidos no serán nunca muy egregios, pero también eso es una ventaja.