"Parece ser que, de un tiempo a esta parte, entre la población urbana no paran de crecer las alergias, el asma y las intolerancias a ciertos alimentos, problemas que no parecen afectar a las comunidades rurales. Lo que se sospechaba hacía tiempo, ahora lo empiezan a confirmar los científicos: el exceso de higiene puede llegar a ser contraproducente. Todo organismo vivo, y muy especialmente durante la infancia, necesita aprender a convivir con el entorno en el que crece. Una cierta exposición a los factores patógenos es beneficiosa, porque ayuda al cuerpo a crear las defensas adecuadas para combatirlos, mientras que una crianza en medio de algodón sólo se resultan seres vulnerables a la primera agresión accidental (que, tarde o temprano, se producirá ), dice una compañera en su blog"No hay que fijarse mucho para darse cuenta de que los niños hoy en día están tan sobreprotegidos por unos padres filo-paranoicos que suceden estas cosas. Les querrían tener encerrados en una urna de cristal para alejarles de cualquier peligro y esto es lo peor que se puede hacer y de hecho se está haciendo. Los niños debe campar libres, se deben ensuciar, debe llevar señaladas las rodillas y codos (uno de pequeño era el rey de la mercromina). Es bueno incluso que los más pequeños coman tierra del parque aunque por allí se haya meado un perro anteriormente, no pasa nada, al contrario es bueno ingerir microbios, cualquier médico pediatra lo sabe. Como es bueno que coman alimentos naturales, no ecológicos, no nos confundamos ni auto engañemos, quiero decir que nada de leche liofilizada, pasteurizada y desnatada y así exactamente igual con otros alimentos tan limpios y depurados que se les dan y que no aportan defensas en el cuerpo. Que vuelvan a comer cocido, grano, verduras y pasta, y para merendar pan con vino y azúcar o con aceite y azúcar y se dejen de pastelitos, chucherias y porquerías MacDonaldianas por el estilo, y sobre todo que jueguen en la calle, la plaza o en el parque, si es posible, si no hay normativas municipales idiotas que no dejan jugar a pelota en parques y plazas (que las hay). La calle es muy importante para los niños y no que se pasen toda la santa tarde enganchados a la Tele o a la PSP. Esta generación de padres que sube estos niños tan sobreprotegida, tan temerosa de todo y de todos les está haciendo un flaco favor para su desarrollo como personas el día de mañana.
Como dice esta compañera, si se le cae el chupete a la criatura se coge del suelo y se le vuelve a poner, ¡ah! y el agua del biberón, del grifo.
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