Pensaba el otro dia en una película que vi de joven y que me impresionó mucho: EL Salario del Miedo, de Henri-Georges Clouzot, protagonizada por Yves Montand , Charles Vanel, Vera Clouzot, Folco Lulli y Peter van Eyck.
La historia trata de unos eropeos a los que contratan para llevar nitroglicerina en unos camiones que es necesaria para apagar el incendio en unas explotaciones petrolíferas. El riesgo de que el cargamento explote con la menor sacudida da a la misión y por tanto a la película no sólo un grado de suspense memorable, sino también un tono casi nihilista a veces realmente emotivo.
Todos son perdedores los que aceptan la arriesgada misión, de hecho el cine está repleto de historias de perdedores, quizá porqué que el espectador si siente más identificado. Lo mismo ocurre con los malos, y el cine ha dado grandes malos como Jack Palance o Dart Wader.
El Salario del miedo, rodada en un buen blanco y negro tiene el final lógico y razonable dentro del cine de Clouzot, lejos de lo que le habrían dado a esta fábrica de destruir cine que es Hollywood. Hace años que no la he vuelto a ver, pero estoy seguro de que ha envejecido bien. Curiosamente tiene algunas reminiscencias o eso me pareció en su momento con LA CAZA de Carlos Saura, otra obra maestra de obligada visión y revisión periódica.
La historia trata de unos eropeos a los que contratan para llevar nitroglicerina en unos camiones que es necesaria para apagar el incendio en unas explotaciones petrolíferas. El riesgo de que el cargamento explote con la menor sacudida da a la misión y por tanto a la película no sólo un grado de suspense memorable, sino también un tono casi nihilista a veces realmente emotivo.
Todos son perdedores los que aceptan la arriesgada misión, de hecho el cine está repleto de historias de perdedores, quizá porqué que el espectador si siente más identificado. Lo mismo ocurre con los malos, y el cine ha dado grandes malos como Jack Palance o Dart Wader.
El Salario del miedo, rodada en un buen blanco y negro tiene el final lógico y razonable dentro del cine de Clouzot, lejos de lo que le habrían dado a esta fábrica de destruir cine que es Hollywood. Hace años que no la he vuelto a ver, pero estoy seguro de que ha envejecido bien. Curiosamente tiene algunas reminiscencias o eso me pareció en su momento con LA CAZA de Carlos Saura, otra obra maestra de obligada visión y revisión periódica.
0 Comentarios