He llegado a la conclusión de que no me gusta nada Sarkozy, no es de fiar, es de aquellos a quienes no le darías la espalda ni un segundo, excesivamente sonriente, excesivamente efusivo, da la sensación de que es un Berlusconi en civilizado pero de la misma índole. Más o menos como Putin, solo que este es letal, sobre todo si le llevas la contraria. Pero en realidad es lo que hay, veáse Zapatero, Cameron, Merkel, etc etc, el nivel es bajísimo, y si vamos a Bananolàndia, ya ni os lo cuento.

Y no es porque los anteriores fueran mucho mejores, pero eran capaces de parecerlo o aparentarlo. Mitterand a pesar de ser un canalla, tenía grandeur y sobre todo sabía estar y era consciente del papel que representaba, o Willy Brandt o el mismo González. De hecho la diferencia es esta, los de ahora ni siquiera saben estar y la grandeur para ellos es una palabra incomprensible que no está en su diccionario.

Son la morralla política los que nos gobiernan, quizá porque la mediocridad es la gran triunfadora a comienzos del siglo XXI, un siglo que por el momento ofrece más sombras que luces y más bien nos acerca inexorablemente hacia la Edad Media que a la modernidad.