AL PAN, PAN. Y AL VINO, VINO: PAN CON VINO Y AZÚCAR



Comentábamos hace unos meses con una compañera blogger aspectos cotidianos de cuando éramos niños que ahora podrían ser causa en algunos casos de pérdida de la patria potestad de los padres con sus hijos, básicamente porque las autoridades bienpensantes y super protectoras actuales son en principio y bastante, idiotas de clase y con una gran encomio que ponen en ello, que todo hay que decirlo.

Obsesionados en la sobreprotección de los niños que han encomendado a muchos padres idiotizados también están subiendo entre todos una chiquillería idiota y sobreprotegida que lo come todo liofilizado, pasteurizado, desmicrobiotitzat, que ya se ve rima con idiotizado.

Niños a los que no se deja ir solos a ningún sitio, siempre bajo la sombra de alguien que los vigila, niños a los que no enseñan en la no escuela, con el penoso resultado que estamos observando día a día. Un poco es lo que decía en un comentario de hace unos meses: los niños a los que dejar ir en una moto a mas de 200 por hora y después no les dejan celebrarlo con cava porque son menores de edad, que és una enorme incrongruència.


Antes, y conste que soy de los que cree firmemente que cualquier tiempo pasado fue peor, aunque ya empiezo a tener algunas dudas. Antes, decía, los niños íabamos sólos a todas partes, comíamos comida sana, o sea contaminada, al igual que es bueno que un niño pequeño remueva o incluso coma arena en el parque, al fin y al cabo todo esto son microbios que nos acaban protegiendo (esta es una de las causas que los niños pequeños de hoy en día siempre estén enfermos y las madres los atiborren de antibióticos a tan tierna edad).

Nosotros merendábamos pan con vino y azúcar o pan con aceite y azúcar, y para coger hambre, o Kina San Clemente, aceite e hígado de bacalao o cerveza natural con la yema de un huevo batido en ayunas. Muchas enfermedades nos las curaban a base de hierbas. Mucho grano y caldo y nada de pastelitos industriales contaminantes. Y sobrevivimos bastante bien a todo esto, al DDT y a Franco, y encima no somos tan idiotas como los que suben ahora, eso seguro. Lo peor que se puede hacer es sobreproteger a los niños, lo único que se consigue con este sistema es crear en general, y generación tras generación, unas subespecies sobreprotegidas que entre otras cosas están en contra de todo lo que signifique lucha, esfuerzo o sacrificio, sin ir más lejos, y en la mayoría de los casos - en general - ni siquiera saben por qué.

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