Es práctica habitual en los medios audiovisuales pedir la participación de los oyentes enviando mensajes SMS para dar su opinión a menudo sobre cualquier tontería, e incluso alguna vez sobre cuestiones serias. Esto tiene un coste para la persona que envía el SMS, y un beneficio que se reparten a medias las compañías de telefonía móvil y el medio que invita a participar a los oyentes. Es una manera de ganar dinero extra a costa de la buena fe de la gente. SMS que no sirven para nada, porque normalmente se SI o NO, o sea de matizaciones cero, y el resultado que dan estas participaciones, es como mínimo dudoso. Está claro, las radios y televisiones privadas pueden hacer lo que quieran en este sentido, aunque en algún caso a mí particularmente no me gusta que fomenten las apuestas (el último en tragaperras del siglo XXI). En Rac1 hablan de este tema a su transmisión de fútbol, con anuncios de los propios locutores incitando a apostar sin ningún pudor, lo cual dice poco de los principios morales de estos periodistas a quienes no importa incitar a la gente al juego, donde ya se sabe que siempre se pierde.
Ahora, que no me guste a mí es una cuestión personal, de hecho como emisora privada en este sentido pueden hacer lo que quieran, sea ético o no. Lo que no tengo tan claro es si las radios y televisiones públicas, subvencionadas con el dinero de nuestros impuestos pueden legalmente hacerse con unos ingresos extra con el envío de los susodichos SMS. Teniendo en cuenta que normalmente las públicas son deficitarias por cuestiones de politiquería y amiguismo, y el Estado debe hacerse cargo de sus déficits de vez en cuando, y que encima jodan el dinero a la gente con los SMS, como hace por ejemplo TV1 cuando retransmite partidos de fútbol, no me parece nada correcto.
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