... en el baix Llobregat - A vueltas con el comentario anterior sobre el maldito embrollo del Ayuntamiento de Sabadell, ya sabía que tendría más visitas que si hubiera hablado de la reproducción de las tórtolas cojas en el Baix Llobregat, que a lo mejor podría ser un post interesante e incluso erudito y ecologista, pero que en principio no despertaría el interés de mucho personal para leer su texto. En cambio si el título lo pongo así tal cual lo he dejado, ya estoy llamando la atención y casi animando a entrar a leer el texto, a ver de que cojones quiero hablar, aunque es evidente que de las tórtolas cojas del Baix Llobregat, no. Sucede sin embargo, que a menudo como uno escribe sobre lo que le interesa no cuida estos detalles y entre titulares escasos y textos muy circunscritos a las preocupaciones de uno mismo no es que precisamente llamen la atención ni las ganas de adentrarse en él. En fin, que no tengo ni idea sobre la reproducción de las tórtolas cojas el Baix Llobregat, ni sé si hay, de hecho no tengo demasiada idea de nada en general, pero parece ser que esto del 3% del ladrillo es el pan de cada día en la mayoría de ayuntamientos con territorio edificable al alcance. Y ya hablando de otro tema, no deja de ser curioso que José María Aznar López, aprovechando la presentación del primero de los tres volúmenes de sus memorias, aún habiendo dicho que no está por la política, que lo suyo es dar conferencias, o sea la vida académica (según dice él) ... decía .... no deja de ser curioso que haya alabado en una entrevista en la SER la figura política de Rodrigo Rato como si fuera un crack, y haya remachado en el asunto del dinero que el padre de Artur Mas tenía Lienchentstein o Suiza, y que de hecho ya se regularizó con el fisco español en el año 2010, por lo que Artur Mas está totalmente dentro de la ley y no le han imputado por nada, mientras que quizás 'sostenella y no enmendalla Aznar' desconoce, disimula, o no le conviene recordar que Rodrigo Rato está imputado por el caso Bankia, y muy imputado. El rasero de los miserables a la hora de alabar o implicar a las personas, es dijéramos peculiar, rastreramente peculiar.