EL PRINCIPIO DE DILBERT


El término fue acuñado por Scott Adams, creador de la tira cómica Dilbert. Adams explicó el principio en un artículo del Wall Street Journal el año 1996. Adams amplió entonces su estudio del principio de Dilbert en un libro satírico editado el mismo año y con el mismo título, que es de lectura obligatoria o recomendada en algunos cursos de gestión empresarial. De hecho el libro en parte lo hicieron empleados que explicaban sus casos, algunos realmente frikis a las empresas donde trabajaban. El principio de Dilbert es una variación del principio de Peter, que trata sobre la práctica de las organizaciones jerárquicas de usar los ascensos como forma de recompensar a los empleados que demuestran ser competentes en sus puestos actuales, afirmando que, debido a esta práctica, un empleado competente terminará siendo ascendido a un lugar en el que será incompetente, y donde permanecerá. El principio de Dilbert, de otra forma, indica que los empleados incompetentes son ascendidos intencionadamente para evitar que produzcan daños (como reducir la calidad del producto, ofender a los clientes, los otros empleados, etcétera). El Principio de Dilbert utiliza la idea de que en determinadas situaciones, los puestos superiores de una organización pueden tener muy poca relevancia en la producción actual y que la mayoría del trabajo productivo y real en una compañía se hace por personas de la parte baja de la escala de poder. Es también posible ver ambos principios simultáneamente en una misma organización.

Una de las historias que se explican en el libro, es la de una empresa que tenía una máquina ya terminada de diseñar muy sofisticada, y como hacía mucho tiempo trabajaban en ella y en el departamento de diseño se habían producido cambios, nadie en toda la Empresa sabía para que servía la máquina en cuestión.
O otra empresa que tenía un departamento de Marketing muy bien valorado por dirección para sus campañas, pero la Empresa que era de informática cada vez vendía menos y no sabían porqué. Finalmente un consultor externo les aclaró sus dudas: Los de marketing presentaban unos catálogos publicitarios - la base de su venta - En estos catálogos se hablaba del ordenador XZM324 (por ejemplo) explicando todas sus prestaciones y virtudes, pero al final de la presentación se avisaba que en breve se lanzaría al mercado un nuevo producto del XZM325 mucho más completo, rápido y económico, está claro, la gente que se leía el folleto se esperaba a que saliera el XZM325, que a su vez el folleto avisaba que el XZM326 que saldría más adelante, aún tenía más prestaciones, etc, etc.

U otra en la que una máquina tenia un interruptor con un piloto encendido en verde cuando funcionaba, y apagado estaba en off o sea apagado, le añadieron un piloto de otro color (supongo rojo) para que se supiera seguro que estaba apagado.
O ejemplos como este: Esta es una historia sobre cuatro personas que se llamaban Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie. Hubo un trabajo importante por hacer y todo el mundo estaba seguro que Alguien lo haría. Nadie podría haberlo hecho, pero Nadie lo hizo. Alguien se enfadó al respecto, porque era el trabajo de todos. Todos pensaban: Cualquiera puede hacerlo, pero Nadie se dio cuenta de que todos no lo harían. Concluyó que todos culparon a Alguien cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podía haber hecho!

Párrafo 5.5.1 of ISO 9001:2000 Apartado 5.5.1 de la norma ISO 9001:2000 exige que las responsabilidades y las autoridades están definidas y comunicadas dentro de la organización "para evitar que esto vuelva a ocurrir nunca.


A propósito de la ISO 9001 dice Dilbert en su principio de que este (9001) es el número de cerveza Heineken que se bebieron quienes tuvieron la brillante idea de idearlo una tarde noche madrugada en Bruselas.

Como estas, aparte de sus tiras cómicas en encontraréis muchas, pues vale la pena que os compreis el libro, eso sí no os lo lleveís al trabajo y de hacerlo, mejor no lo vea vuestro jefe. No creo le hiciera demasiada gracia.

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