Una de las cosas que más perturba a quienes no creemos en nada, es el perfecto orden que nos rodea, este aparentemente caos milimetricamente ordenado que es la naturaleza, donde todo, salvo de nosotros los homínidos, tiene su razón de ser. A nosotros que tanto nos gusta el orden y tan poco lo practicamos nos descoloca el aparente desorden tan ordenado de la naturaleza, y parece extraño que toda esta sofisticada puesta en escena sea producto de la casualidad o de la causalidad. Este es nuestro drama, o nos inventamos creadores o los negamos, pero los hechos son los hechos y las evidencias las evidencias, y uno tampoco entiende que todo este montaje se haya producido sólo para nosotros que quizás no dejemos de ser un simple experimento. Me vienen a la memoria unos versos de una persona aparentemente nada sospechosa, el Sr. François Marie Arouet, más conocido como "Voltaire", que sinceramente nos deben hacer reflexionar sobre quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos y que hacemos aquí.
El universo me rodea
y yo no puedo negar
que este reloj existe
y no conozco al relojero.
*
Tags:
A