La cordillera del Atlas aparece nevada bajo la ventanilla del avión, sobrevolamos Casablanca primero, Marrakech después y finalmente Essaouira, donde tuve la extraño sueño del taxi. Nos adentramos en el Océano Atlántico hasta llegar a Arrecife. En Matagorda en el hotel, una gorda en el hall mata impunemente canciones acompañada al organillo por un resucitado clon se supone del poeta Fonollosa, cuando finalmente destroza Campanera salimos fuera, es negra noche y el cielo esta lleno de estrellas, una chatarra de Ryanair aterriza con las luces intermitentes parpadeando, dentro del vientre lleva 200 maletas todas iguales compradas a los chinos, y encima 200 turistas que aún no son chinos. El director del hotel La Geria es el inspector Clouseau. El trasto de Ryanair desaparece a vomitar su carga y todo vuelve a quedar en silencio. A lo lejos, alguien canta un bolero.