ALGUNAS PECULIARIDADES DE NESPRESSO


El cuento que publiqué el dia 1 de Philip K.Dick me ha abierto los ojos, tanto tiempo y no me había dado cuenta, pero hoy, por fin, lo he visto claro. Esta mañana he cogido la bici y he bajado ciudad abajo hasta el centro para ir a buscar el ristretto a Nespresso. Como siempre, he llegado antes de que abrieran y he ido a dar una vuelta.
A las 10 en punto han levantado la persiana, era el primer cliente, y en el momento de entrar en la tienda de la Rambla que tiene Nespresso en Sabadell, casi me han entrado ganas de huir, de volver poseso atrás; todos aquellos chicos y chicas excesivamente bien vestidos, excesivamente bien peinados, excesivamente sonrientes, excesivamente - a veces - impertinentes, o excesivamente educados otros, estaban pendientes sólo de mí, me querían abducir, ¿porque? os preguntaréis. Pues porque estoy seguro de que son extraterrestres, incluso Nespresso debe ser una empresa extraterrestre que nos ha invadido por donde sabe tenemos más debilidad, el café.
Me han recordado también los dependientes y dependientas de Nespresso, las poseídas de Stepford de Ira Levin. No hay por la calle gente tan estéticamente perfecta, tan educada, tan amable, estoy seguro de que son eso, extraterrestres. Hay otro tipo de personal que sería el de los Talleres MIDAS, estos son extraterrestres sabelotodo que te tratan como si fueras lo que de hecho son ellos, un idiota. Pero estos extraterrestres no me interesan nada.
Exijo que me atienda una señorita masticando chicle con la boca abierta y con dejadez que es como debe ser, y que ni tan siquiera me mire a los ojos cuando me devuelva el cambio. Faltaría más.
La dependienta perfecta, la encontré en Andorra en la Avenida Meritxell. Iba con un amigo que se quería comprar un buen reloj, entramos a una tienda del ramo, la dependienta estaba sentada en un rincón pintándose las uñas y al ser preguntada por el reloj en cuestión, se limitó a señalar con la cabeza el mostrador donde había muchos relojes. Mi amigo se enfadó y salimos de la tienda, y eso no lo he entendido aún, estábamos delante de la dependienta perfecta y nos fuimos.

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