UN FUTURO QUE YA ES PRESENTE


A vueltas con el espionaje telefónico de los servicios secretos de Estados Unidos a Europa destapados por Snowden, tanto a políticos, altos dirigentes o ciudadanos en general, no creo que nadie - aunque algunos se desgarren las vestiduras - haya sorprendido. Diría que todos los gobiernos, sobre todo a raíz del 11-S espían a diestro y siniestro, i lo único que hacen ahora es un solemne acto de hipocresía. 

Hace ya unos cuantos años, el Parlamento Británico interpelaron a Margaret Tatcher (que no era ni es santo de mi devoción) pidiéndole explicaciones sobre una acción violenta con el resultado de dos muertos, que las SAS habían ejecutado en Gibraltar, de unos presuntos militantes del Ira. La respuesta de Margaret Tatcher fue concluyente: el Gobierno de Su Majestad Británica no tiene servicios secretos y si los tiene no lo sabe, pues son secretos. Y ahí se acabó la interpelación parlamentaria. 
Ya estábamos avisados ​​por Orwell por donde irían los tiros en un futuro que es ya presente.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente