Unos 1.200 trabajadores indios y nepalíes han muerto en Qatar, trabajando para preparar el país para el Mundial de Fútbol de 2022, según un informe de la central sindical del mundo. La Confederación Sindical Internacional ( CSI ) cree que el número de muertos podría ascender a 4.000 para el momento en que dé inicio el Mundial de Fútbol.
El informe se basa en las cifras recientemente proporcionados por las embajadas de ambos países de origen de los trabajadores inmigrantes. La Embajada de Nepal informó el mes pasado que 400 trabajadores nepalíes han muerto en el Estado del Golfo desde 2010 trabajando en las obras de construcción.
Según la CSI, Qatar cuenta con 1,4 millones de trabajadores migrantes, muchos de los cuales están contratados en las obras de construcción de las infraestructuras para el futuro evento deportivo. La organización cita las malas condiciones laborales como la mayor razón de la alta mortalidad de los trabajadores en este país.
Según The Guardian, los obreros de la ciudad de Lusail se quejaron de que sus jefes les retienen los sueldos, les obligan a trabajar con temperaturas de 50 grados centígrados sin comida y confiscan sus pasaportes para asegurarse de que no abandonen el país. En septiembre pasado, las Naciones Unidas condenaron a Qatar por no cumplir con una convención internacional que prohíbe la aplicación de trabajos forzosos. Condena que no sirvió para nada, se ve que estos más de mil doscientos trabajadores (esclavos antes) muertos apenas importan a alguien. Y todo por un mundial de fútbol de 2022, conseguido a base de sobornos y untadas variadas que se celebrará posiblemente en uno de los peores lugares del mundo para la época y las temperaturas de un Qatar para el la que los muertos en accidente laboral no deben ser gran cosa más que daños colaterales, carne de paso barata que no importa nada.
Que importa, ninguna selección se negará a ir en señal de protesta por esta esclavitud medieval de Qatar, y por supuesto, el FC Barcelona no rescindirá su contrato publicitario con el emirato y continuará luciendo impúdicamente el logo de Qatar en sus sagradas' camisetas.
